Comprar para alquilar mantiene el atractivo con el alza de tipos

Imagínese que en este funesto 2022 para el mundo del dinero encuentra una inversión en España que haya subido a septiembre un 8,6% interanual, según datos de Tinsa, y que además ofrezca un interés anual entre el 4% y el 5%. Pues eso mismo es lo que ha logrado la vivienda con esa generosa plusvalía (latente) y con una rentabilidad muy buena en caso de tener esa casa en alquiler. Pero como indican machaconamente los prospectos financieros, esto es el pasado y tanto el alza del precios como la rentabilidad del alquiler no están garantizados en el futuro.

La subida de los tipos de interés ante una inflación galopante y la desaceleración económica abren un nuevo escenario para el mercado inmobiliario y, por tanto, para uno de sus subsectores estrella como es el de la vivienda. Aquí no se da la valoración diaria ni la volatilidad extrema que viven los activos financieros: todo es más pausado y se mueve lento, con retraso, al ritmo de la economía real.

Pero el mundo de los bienes inmobiliarios no dista mucho del financiero ya que, al igual que ocurre con los bonos, las subidas de precios provocan caídas de rentabilidades en el alquiler y al revés. Y este entorno de tipos al alza, los rendimientos de la deuda soberana cada vez se acercan más a los del alquiler.

Luis Corral, consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios, concreta estos movimientos. “Durante los últimos meses el mercado de alquiler se ha visto beneficiado debido a las dificultades, especialmente de los jóvenes, para acceder a la compra de una vivienda. La ecuación demanda/precio ha mantenido rentabilidades interesantes para los inversores y es un refugio en tiempos de crisis. Las ciudades receptoras de población y con alquiler muy dinámico (Madrid, Barcelona o Málaga, entre otras) han visto incrementados los precios de compra de vivienda y esa circunstancia tiende a disminuir ligeramente la rentabilidad del alquiler”. Y añade: “en estas zonas citadas la rentabilidad bruta está entre el 4% y 5% por las subidas de precios de compra. En contraste con esto, hay ciudades que alcanzan el 6%-8% porque, aunque tienen una demanda menor de alquiler, los precios de compra no han subido tanto o se han mantenido”, concluye.