La impresionante subida del euríbor ha cambiado el paradigma de las hipotecas en nuestro país, causando un fuerte impacto en los hipotecados a tipo variable. Este valor ha variado desde el -0,5% que marcaba en 2021 hasta rebasar el 3% en los últimos meses, superando valores históricos de la última década.
Sin embargo, la subida de tipos no es lo único que preocupa a los expertos respecto a la vivienda. Tal y como revela un análisis de Caixabank Research, el área de la compañía que se encarga de crear y divulgar investigaciones económicas, el precio de la vivienda «se ralentizaría de forma notable en 2023», aunque podría mantenerse en «una tasa de crecimiento positiva».
Eso es lo que dice el estudio ‘Perspectivas económicas y del sector inmobiliario: ¿Cómo será el actual ciclo inmobiliario?’, que revela que esta tasa de crecimiento podría ser del 1,7% frente al 7,1% previsto para 2022. También subirá al menos un 2% de cara al año 2024, teniendo en cuenta los datos sobre transacciones publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La previsión de Caixabank estima que, según los datos de tasación de viviendas proporcionados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, los precios podrían crecer hasta un 5,9% este año, mientras que en 2023 alcanzarán el 1,5% y en 2024, el 2%.
¿Qué pasará con el mercado de la vivienda en 2023?
El estudio toma este crecimiento del precio como el primer signo de «ralentización» en la demanda de vivienda, que podría perder dinamismo de cara a la segunda mitad de este presente año. Además, podría retroceder hasta un 10% en 2023, sin llegar a provocar una «corrección brusca» de precios «en la medida que el mercado no acumula graves desequilibrios».
«El menor crecimiento de la renta brutal real disponible de los hogares, el clima de mayor incertidumbre y el aumento de los tipos de interés» serán también algunos de los motivos que justifican este descenso en la demanda doméstica. Por su parte, la extranjera se verá afectada por el aumento de la incertidumbre y la ralentización económica en algunos de los países más compradores de vivienda en nuestro país, como son Reino Unido, Alemania o Francia.
Según los datos del análisis de CaixaBank Research, 2022 podría acabar el año con en torno a unas 550.000 operaciones de compraventa, mientras que los visados de obra nueva ascenderán a 100.000. En 2023 se reduce el número, con una estimación que apenas alcanza las 480.000 compraventas y los 100.000 visados. Estas previsiones, sin embargo, mejoran para el ejercicio de 2024, donde se prevé que se produzcan casi 500.000 compraventas y 105.000 visados.
Los problemas con la oferta de vivienda nueva
La baja producción de vivienda nueva, de apenas 109.000 en los últimos meses, limitará también la oferta de hogares, pues esta se encuentra muy por debajo de la creación anual neta de hogares, situada en 180.000.
El estudio de Caixabank revela, además, que el encarecimiento de los costes de la producción de vivienda no facilita a la oferta. Los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana demuestran que el incremento de costes en el mes de agosto fue del 13,76% interanual y en el acumulado de los primeros ocho meses del año la subida es del 15,7%. A pesar de ello, desde la entidad bancaria explican que esta tendencia alcista «parece haber tocado techo».