La Reserva Federal acuerda su sexta subida de tipos en seis meses y empuja al BCE a seguir encareciendo la financiación en Europa

La Fed sube otros 75 puntos básicos y lleva la tasa de interés oficial del dinero hasta el rango 3,75-4%, un nivel no visto desde la crisis financiera

Avanza nuevas subidas de tipos hasta poner la inflación bajo control pese a que los analistas ya advierten del riesgo de recesión

En una decisión insólita, propia de tiempos de una inflación galopante y una recesión aparentemente en ciernes, la Reserva Federal norteamericana ha anunciado este miércoles 2 de noviembre su sexta subida de tipos de interés consecutiva. Será, según ha decidido el banco central, de 75 puntos básicos. Estados Unidos se queda con una tasa de interés oficial en la horquilla de entre el 3,75% y el 4%, unas cotas que no se registran desde hace 15 años, cuando la Fed empezó a rebajar los tipos de interés para hacer frente a otra crisis, la financiera.

Antes de que la Fed decidiera actuar, la inflación ya rozaba máximos históricos en dos décadas. Llegó a un alarmante 9,1% interanual en junio de 2022 y desde entonces apenas ha bajado al 8,2% de septiembre, que es el último mes del que hay datos. Ahora, el banco central norteamericano encarece notablemente el precio de los créditos, lo que plantea un serio riesgo de recesión, como precio a pagar por controlar la inflación y bajar de una vez los precios.

La última reunión monetaria de la Fed, que culminó este miércoles en Washington, confirma las expectativas de medidas drásticas. Se trata de la tercera subida encadenada de 75 puntos básicos desde junio y eleva el tipo de referencia del banco central desde el rango objetivo previo del 3% al 3,25%, que ya se consideraba elevado por los expertos.

Desde hoy en Estados Unidos es considerablemente más caro adquirir a crédito, lo que a medio plazo debe afectar a las empresas y también a los consumidores, acostumbrados a largos años de endeudamiento fácil y barato.

Un ojo en el impacto sobre el sector inmobiliario

Uno de los sectores más afectados por estas decisiones es el inmobiliario. La compra de vivienda en EE.UU. ha caído dramáticamente este año, avivando los temores a una recesión. Quienes compran una nueva vivienda en EE.UU. han visto desplomarse notablemente su poder adquisitivo, ya que la tasa de interés media de las hipotecas a 30 años se encuentra en este punto en torno al 7%, según la Asociación de Banca Hipotecaria. El nivel más alto de tipos desde abril de 2022 se suma al alza de los precios por la inflación, algo que de nuevo aviva los temores en el sector.

Ese no es sin embargo el único sector afectado por esas decisiones de la Fed. Por ejemplo, los intereses de préstamo para compra de automóviles son los más altos de la pasada década, con una media actual de 5,63% frente al 3,86% de principios de 2022. Los intereses anuales de las tarjetas de crédito rozan el 19%, frente al 16% del año pasado, algo que tiene un efecto inmediato sobre los consumidores pues los ingresos familiares no han aumentado al nivel de los precios al consumo. Y los préstamos educativos del gobierno federal también han subido, y están en casi un 5% frente al 2,75 de hace dos años, justo cuando la Casa Blanca está buscando apoyos para un plan para condonar la deuda educativa de miles de estadounidenses.

Lo insólito es que a pesar de la inflación, el empleo se mantiene robusto, con un paro de apenas el 3,5%, considerado estructural. Hoy hay, según los datos oficiales, 1,9 puestos de trabajo vacantes por cada persona desempleada. Las patronales informaron de 239.000 empleos añadidos en octubre, un aumento mayor a lo esperado, y un incremento salarial del 7,7% interanual.

Es más, la economía estadounidense registró en el tercer trimestre su primer periodo de crecimiento positivo de 2022, despejando solo de forma temporalmente los temores a una recesión. El Producto Interior Bruto entre julio y septiembre, aumentó al 2,6%, tras dos trimestres de caída interanual.

Los analistas consideran, eso sí, que la Fed puede dar señales de un menor intervencionismo a medida que se enfríe la inflación. «Esperamos que esta reunión ponga fin a esta racha de fuertes subidas de tipos de 75 puntos básicos en modo casi de piloto automático y abra una nueva fase», asegura Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors. «Creemos que los tipos mantendrán una tendencia al alza. Pero a medida que la Fed se acerque a su objetivo de tipos finales, debería ser más sensible a los datos macroeconómicos en cuanto a la magnitud de las subidas», añade.

Para Antonio Berga, cofundador de Embat, fintech española de gestión de tesorería en tiempo real, «las condiciones de financiación corporativa se verán afectadas con esta nueva subida, por lo que es de vital importancia que las empresas se anticipen, todavía más, a las necesidades de financiación y vencimientos de deuda para asegurar el acceso a capital en unas condiciones aptas para las condiciones de cada empresa particular».

Presión sobre el BCE

La batalla del principal banco central del mundo contra la inflación no parece haber terminado aquí. La Fed deja la puerta abierta a una nueva subida de los tipos de interés en diciembre, lo cual configura un contexto que eleva la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) al que la escalada de la Reserva Federal le fuerza a continuar subiendo los tipos de interés pese a las voces que ya han comenzado a alzarse para advertir sobre el potencial impacto que el encarecimiento del dinero en un marco de fuerte ralentización económica puede tener sobre el crecimiento.

Blackrock, el que está considerado como el fondo de gestión de activos más grande del planeta, ya advirtió esta semana que los tipos de interés instaurados por los bancos centrales ya se mueven «en niveles susceptibles de desencadenar recesiones», en un momento además en que los bancos centrales están obligados a reducir sus balances, engordados durante la crisis financiera, lo que en su opinión podría provocar «descalabros en el mercado».

Los analistas de Natixis IM Solutions, por su parte, entienden que la subida de los tipos de interés no se frenará hasta que no haya indicios relevantes de su impacto sobre el desempeño de la economía, lo que no se verá a corto plazo. En su opinión es posible que se dé una ligera moderación de las subidas de tipos en los próximos meses, pero ni un frenazo en las mismas ni muchos menos una reducción de los tipos, algo que no se contempla a corto plazo.