Algunas de las cuestiones que más preocupan a quienes quieren vender una casa son el tiempo de venta (que ronda de media los ocho meses) y tener que rebajar el precio si no se produce en los márgenes esperados. Como respuesta a esa incertidumbre han aterrizado en el mercado inmobiliario los «iBuyers» , con «i» de instantáneo. Una opción para todos aquellos que quieren vender su casa con rapidez y sin complicaciones, olvidándose de papeleos, visitas o tediosas esperas debido a cuestiones hipotecarias del posible comprador. Una innovadora solución, basada en la tecnología, y que comienza a tomar impulso en España.

La primera en hacerlo ha sido Tiko, compañía de «proptech» fundada en Madrid en 2017 -que también opera en Barcelona , Málaga y Sevilla- y capaz de asegurar la venta en siete días. «Nosotros asumimos la compra de la vivienda. Cuando un vendedor nos contacta rellena un formulario online con los datos básicos de la vivienda y le enviamos de manera gratuita una oferta; si la acepta se lleva a cabo una inspección presencial para confirmar que no existe ningún tipo de problema estructural o legal con la vivienda», explica Ana Villanueva, cofundadora y CEO Iberia de Tiko .

El iBuyer asume el riesgo de venta. «Nosotros compramos viviendas con precio de hasta 400.000 euros y que no tengan problemas ni técnicos ni legales. Luego las mejoramos rehabilitándolas y las vendemos», señala Villanueva, que reconoce que «Tiko tarda menos de 90 días entre la compra y la venta del mismo imueble» . Una práctica que, además, mejora la calidad del mercado inmobiliario, con viviendas reformadas que cumplen todos los nuevos criterios de eficiencia que exige la ley.

Algoritmos

En este proceso la tecnología es clave. Casavo es una iBuyer italiana que comenzó en 2017 y que tras su éxito en numerosas ciudades de su país acaba de llegar a Madrid. En 2019 cerró un total de 300 adquisiciones por un valor que superó los 85 millones de euros. Juan Uribe, su director general en España, explica la importancia de la tecnología para estas agencias: «Se utilizan algoritmos que tienen en cuenta numerosas variables de fuentes públicas, privadas, del catastro… para hacer una valoración precisa y automatizada de cada vivienda».

Uribe quiere dejar claro que la prioridad y la filosofía de un «iBuyer» es «ahorrar al propietario, además de tiempo, todos los costes de gestión asociados y comisiones sobre el valor de la vivienda, sin incertidumbre de precios, de fecha de compra, ni comisiones ocultas».

Las ofertas suelen estar entre un 8 y 10% por debajo del valor del mercado

Mientras una agencia inmobiliaria clásica se lleva una comisión de entre un 3 y un 5% sobre el precio de venta de la vivienda, un «iBuyer» no cobra comisión, pero ofrece al comprador un precio más bajo del valor en el mercado del inmueble (suele estar entre el 8 y 10%). «No es lo mismo poder vender tu casa mañana que tener que esperar meses. Las iBuyers ofrecen un precio justo con márgenes pequeños porque trabajamos con grandes volúmenes», explica Villanueva, para quien «el sector inmobiliario es uno de los más tradicionales y la digitalización es positiva». Además, puntualiza la principal diferencia con las inmobiliarias online: «Ellas no compran, son intermediarios entre la compra y la venta, cobran una tarifa fija y ayudan en el proceso, pero las visitas y el papeleo los hace el propietario».

Colaboración

Desde Tiko, Villanueva reconoce que España es un buen mercado para esta nueva figura porque existe «una cultura de compraventa, frente a otros países europeos que apuestan por el alquiler». A pesar de la revolución que supone para el mercado inmobiliario la aparición de estas agencias, desde Casavo, Uribe puntualiza que «respetamos a los diferentes actores, en especial a las agencias inmobiliarias. Lejos de ser competidores, nos relacionamos con ellas de forma colaborativa, convirtiéndolas en ‘‘partners’’». Una opinión que coincide con la de Villanueva, quien insiste en que «somos aliados naturales en un mercado grande donde hay sitio para todos».

 

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