Una casa unifamiliar en la costa gallega ya ronda el medio millón de euros

El mapa inmobiliario gallego se transforma a pasos agigantados . La irrupción en escena del alquiler turístico ha tenido consecuencias sísmicas sobre un sector que llevaba años estabilizado, pero que en la última década ha mutado sustancialmente aupado por un nuevo modelo de negocio que se traduce «en más rentabilidad y más seguridad jurídica» para los dueños. Los datos son reveladores. En la última década el stock de segunda vivienda en la costa gallega se ha reducido en un 70 por ciento . Según cifras aportadas por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), de las 15.000 residencias que había en circulación en 2012 quedan apenas 4.500. ¿Cuál es el motivo? Que muchos de estos propietarios, explican desde el sector, las han retirado del circuíto de comercialización para darlas da alta en el registro de vivienda turística. En concreto, son más de 3.500 las casas, pisos o apartamentos que han emprendido un camino que difícilmente tiene vuelta atrás.

«Una ley de vivienda intervencionista, el aviso de penalización a viviendas vacías y la limitación de precios» parecen estar detrás de esta fuga hacia el alquiler vacacional. Además, asume Benito Iglesias, presidente de la Fegein, «está cristalino que los propietarios se están pasando en masa a este modelo por su alta rentabilidad» . Y las consecuencias son evidentes: menos oferta y más demanda, lo que encarece los precios a la hora de hacerse con una residencia en la playa. Este incremento es «muy significativo» en las Rías Altas y las Rías Baixas, con Sanxenxo y Oleiros como máximos exponentes. En la cara más pobre de la moneda, la Mariña lucense sigue con «precios de derribo» que se explican porque la mayoría de los inmuebles «son de procedencia bancaria». Calificado como «un mercado al alza», el precio medio de una casa unifamiliar en la costa gallega se dispara, de media, hasta el medio millón de euros . En el caso de pisos o apartamentos, el desembolso medio puede alcanzar los 250.000 euros.

Sobre el fenómeno, desde el sector inciden en que la costa gallega, en especial en las rías y en las áreas de Vigo, La Coruña y Santiago de Compostela, el comportamiento de la vivienda residencial en compraventa y su derivación al alquiler vacacional «es progresivo y con un alza continuada». La prueba irreprochable está en que estas zonas geográficas ya son las que aglutinan la mayor parte de las viviendas turísticas de Galicia, por lo que de las 14.500 dadas de alta en el registro autonómico de la Xunta, la mayoría hay que buscarlas en estos concellos. El éxito, insisten desde la Fegein, está en el tirón que esta nueva forma de viajar tiene entre los turistas , que se abrazan a la comodidad de alquilar una residencia completa con todo tipo de servicios a su disposición y con costes muy dispares en función del número de viajeros y de la ubicación.

La previsión de cara al verano es que la ocupación en los meses de julio y agosto para los pisos vacacionales alcance el 90 por ciento en la Comunidad, teniendo en cuenta que a mediados de mayo solo las rías copan el 72 por ciento de las reservas en alquiler turístico de la campaña estival . Los precios, informan desde la Fegein, fluctúan en función del municipio y el tipo de residencia. Así, se mueven entre los 1.000 euros para una quincena, en el rango más bajo, hasta los 2.000 euros por quincena y los 3.800 por mes entero que se pide en las zonas con un mayor atractivo turístico, caso de Sanxenxo.

Muy al margen de este negocio quedan las promociones de nuevas residencias puestas en marcha en el litoral gallego, que apenas suman 250 inmuebles repartidos en 30 proyectos para segundas viviendas. Un flujo limitado ante un cambio de modelo que ha llegado para quedarse.