Una de las grandes operaciones inmobiliarias del año, protagonizada por el fondo suizo Stoneweg, se ha abortado. Esta firma lanzó en verano un proceso de venta de cuatro proyectos de build to rent (construcción de vivienda para alquiler) por 375 millones de euros, entre los que estaba la llamativa torre Skyline de Madrid. Pero finalmente, Stoneweg ha retirado del mercado ese cuadernillo de venta, según confirma la propia empresa, abriendo el debate sobre si la incertidumbre en el mercado puede retrasar o condenar algunas transacciones.
El proceso, no conocido hasta ahora, fue encargado por Stoneweg a la consultora inmobiliaria Colliers. En esa cartera se incluía una de las dos torres residenciales –concretamente la destinada al alquiler– de su proyecto estrella Skyline, actualmente prácticamente terminado.
En ese portfolio también se sumaba la venta un proyecto de coliving en el PAU de Vallecas y otro en Mataró (Barcelona).
Stoneweg solo reconoce que ha retirado el proceso, sin más explicaciones, y la consultora Colliers ha declinado hacer comentarios. Fuentes del sector comentan que la compañía ha recibido ofertas, pero no lo suficientemente atractivas, y no descartan que haya algún inversor intentando engancharse en un futuro.
La cuestión clave será si la firma helvética ha sido demasiado ambiciosa en el importe solicitado o si las dudas del mercado por los nubarrones macroeconómicos han provocado que los potenciales interesados calculasen a la baja su oferta.
Los expertos consultados indican que en los próximos meses se abre un escenario en el mercado inmobiliario en el que será más complicado sellar transacciones, porque los vendedores no están dispuestos a bajar precios y los inversores tienen muy en cuenta las incertidumbres en sus hojas de cálculo. La inflación, el posible frenazo macroeconómico en Europa y, sobre todo, la subida de tipos, provocan que las yields (rentabilidades) solicitadas estén subiendo, lo que significa que los desembolsos por los activos serán menores.
En este proceso, Stoneweg incluyó la mitad de su proyecto estrella Skyline, desarrollado junto a M&G. Este activo está compuesto de dos torres de 24 plantas, una destinada a la venta de apartamentos –comercializados por CBRE– y otra de alquiler. Ubicadas en el paseo de la Dirección de Madrid, en el barrio de Tetuán, están diseñadas por Touza Arquitectos y cuentan con servicios como gimnasio, sauna, jardines, dos piscinas –una de ellas en la azotea–, zona de coworking y huerto urbano, según la presentación de Stoneweg.
Esta firma suiza es uno de los fondos que han entrado con fuerza en el build to rent, una actividad que está atrayendo a los inversores y a promotoras por la alta demanda del alquiler residencial.
En los últimos ejercicios, el residencial en alquiler está convirtiéndose en el principal atractivo para los inversores, por delante de oficinas, hoteles o retail. Este segmento llamado living (que incluye activos como residencias de estudiantes) ha atraído un volumen de inversión en los primeros nueve meses de 3.300 millones, un 28% más de forma interanual, según los recientes datos de JLL.