Cinco aspectos sobre la venta de una casa de varios propietarios

Lo habitual es pensar que una herencia es algo positivo para el que la recibe. Sin embargo, este regalo puede estar envenenado, sobre todo, cuando el bien que se recibe es una casa y no hay un único heredero. Uno de los casos que más abunda en los despachos de abogados es, precisamente, el que trata los desacuerdos entre los diferentes propietarios de un inmueble que cierto fallecido ha dejado como legado. Unos querrán vender y otros quedárselo. Desde pisos.com te damos las claves para solucionar el problema y cerrar la compraventa lo antes posible.

1. Unanimidad obligatoria. Cuando la vivienda cuenta con varios titulares, el consenso resulta absolutamente necesario. Decidir qué hacer con la propiedad no es una cuestión que pueda resolverse con mayoría simple. Todos deben estar de acuerdo y dar su consentimiento. Si hay acuerdo y se toma la resolución de vender la vivienda, primero habrá que realizar una adjudicación de la herencia ante notario.

2. Extinción de condominio. Si solo uno de los copropietarios quiere comprar el piso y los demás vender, esta es la mejor forma de cerrar el trato. Lo que se haría en este caso es ceder al comprador la cuota de titularidad del inmueble del resto. Se trata de una operación más barata que la compraventa porque la base imponible para calcular los impuestos se refiere a la parte que se adquiere, no al total.

3. Derecho de retracto . También puede darle el caso de que solo uno de los copropietarios quiera vender. Como método de presión para el resto está la salida de vender su porcentaje del bien a una persona ajena. Los demás implicados tendrían como opción reclamar su derecho de retracto. De este modo, optarían a la compra de la parte que se vende en las mismas condiciones que el tercero.

4. Conciliación notarial . Si la relación se enturbia y amenaza con acabar en el juzgado, este planteamiento como vía para resolver conflictos ofrece una elección algo más pacífica. La mediación de un notario ayuda a ver los pros y los contras, tratando de llegar a una solución negociada entre las partes. El problema es que no siempre todos están dispuestos a sentarse y entablar un diálogo fructífero.

5. Subasta pública . La división de la cosa común es la última opción. Para ello, cualquiera de los propietarios puede acudir al juzgado y exigir la división del patrimonio, un proceso que culmina con la subasta pública y el reparto de los beneficios entre los cotitulares en función de sus cuotas. Se trata de la alternativa menos lucrativa, ya que el precio que se alcanza en las subastas dista mucho del que es posible lograr en el mercado.