Cinco pistas para invertir en inmuebles como lo hacen los ricos

Si el sector inmobiliario es el destino de inversión del pequeño ahorrador, no digamos de las grandes fortunas. Los activos de este mercado conforman buena parte del patrimonio de los millonarios debido a la seguridad y rentabilidad que aportan. Si bien es cierto que esta clase de inversión suele realizarse a través de un vehículo determinado, lo cierto es que desde pisos.com podemos extraer algunas lecciones de inversión fijándonos en hacia dónde dirigen su atención los más ricos:

1. Diversificación. El primer mandamiento de la inversión es tener una cartera variada para, en el caso de que un valor caiga, pueda compensarse con otro. Activos inmobiliarios, bonos, crowdfunding, renta fija, renta variable… Un pequeño inversor tiene la misma capacidad para combinar productos, aunque a una escala menor y siempre con algo más de aversión al riesgo.

2. Canalización. La sicav ha sido la figura recurrente de los millonarios para canaliza sus inversiones. Para constituir una se necesita una inversión de 2,4 millones de euros, así que no está al alcance de cualquiera. No obstante, este vehículo ha caído en desuso. Actualmente, están en boga las sociedades de capital riesgo, family office, fondos de inversión, united linked y, sobre todo, la SOCIMI, mucho más accesible para el gran público.

 

3. Tradición. Entre los europeos, el sector inmobiliario ha sido siempre un destino muy atractivo gracias a su rentabilidad. Llama la atención que su porcentaje dentro de las carteras de inversión en Europa sea del 23%, en Estados Unidos del 13% y en los países emergentes del 9%. La sensación de seguridad que transmite esta inversión, incluso después de la crisis, los coloca justo detrás de los activos financieros, que ganan la batalla por la liquidez que ofrecen.

4. Tipología. El retail gana al residencial en un 60%-40% cuando hablamos de grandes fortunas, aunque la estrategia particular puede hacer variar este reparto. Lo más perseguido con los locales comerciales en zonas prime, dado que las rentas que generan están aseguradas al máximo. El terciario también juega un papel importante, sobre todo, oficinas con inquilinos a largo plazo y naves logísticas bien equipadas.

5. Serenidad. El mayor enemigo de cualquier inversor es la impulsividad. Comportarse de forma impetuosa puede traer consecuencias nefastas para una economía modesta, y más en los negocios, donde se debe mantener la mente fría. La prudencia y el control de las emociones serán las máximas a la hora de configurar una cartera de inversión, siempre con planificación y ajustándola al perfil de riesgo de cada uno.

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