La familia alemana Otto ultima la compra de Splau, la mayor operación desde la pandemia

Una operación puede dar la vuelta al mercado de transacciones de centros comerciales. Frenado en seco por la pandemia de Covid-19, no se han producido grandes traspasos ante las dudas de los inversores. Pero esto está a punto de cambiar. La familia alemana Otto ultima la compra del centro comercial Splau en Barcelona a Unibail-Rodamco-Westfield (URW) por cerca de 350 millones de euros, según confirman dos fuentes del mercado inmobiliario. Precisamente esta saga germana fue la última en sellar una gran compra antes de marzo de 2020.

Si las partes cierran la negociación, será la mayor operación en un solo activo desde antes de la pandemia de Covid-19. Hay que remontarse a los meses previos a las restricciones sanitarias para encontrar las grandes operaciones en centros comerciales. A finales de 2019, Intu vendió Puerto Venecia en Zaragoza a Generali por 475 millones y en enero de 2020 Parque Principado (Asturias) precisamente a la familia Otto (grupo ECE) por 290 millones.

De esta forma, la familia se haría con su segundo centro comercial en España. El origen de la fortuna de esta saga se remonta a una empresa de venta por catálogo creada en Hamburgo en 1949. La rama liderada por Alexander Otto (7.800 millones de fortuna según Forbes) cuenta con la empresa ECE, que invierte en este tipo de activos inmobiliarios.

Splau es uno de los grandes centros comerciales de Barcelona. Se expande en 55.700 metros cuadrados y dispone de 159 tiendas, además de 2.800 plazas de aparcamiento. Fue inaugurado en 2010 y se ubica junto al estadio del Real Club Deportivo Espanyol en Cornellà de Llobregat.

La venta de Splau, encargada a la consultora Cushman & Wakefield, se enmarca dentro de la estrategia de desinversiones de URW debido a su elevado endeudamiento, según fuentes del sector. A junio de este año, el gigante de los centros comerciales con sede en París, contaba con una cartera valorada en 54.981 millones, con un apalancamiento del 45% respecto al valor de esas propiedades.

El elevado endeudamiento y las dudas de los inversores respecto al negocio de retail por el auge del comercio electrónico (incertidumbres agravadas por la pandemia) ha llevado a la cotización de URW a mínimos históricos, de 6.197 millones, con una pérdida de valor bursátil de casi el 30% en el año y del 78% en los últimos cinco ejercicios.

Esta operación puede animar a los inversores a volver a apostar por los centros comerciales, que comienza a recuperar el negocio anterior a la pandemia. URW reconoce en sus cuentas semestrales que el negocio de las tiendas de sus centros ya alcanzan el 98% respecto a niveles prepandemia.

En el mercado hay actualmente otros dos relevantes procesos de traspasos, tal como adelantó Cinco Días. Concretamente, el de Islazul en Madrid, por alrededor de 300 millones, cuyo vendedor es Nuveen (gestionando la inversión de un fondo coreano). Igualmente, la familia Soláns, dueña de la histórica marca de colchones Pikolin, ha puesto a la venta el nuevo centro comercial La Torre Outlet de Zaragoza por cerca de 130 millones.

La mayor operación cerrada postpandemia fue la del centro Torrecárdenas de Almería, que la sevillana Bogaris vendió al fondo sudafricano Lighthouse por 170 millones.

SPLAU Y OTROS CENTROS EN ESPAÑA

Entre los operadores de Splau se encuentran Mercadona, Media Markt, FNAC, Primark, H&M, C&A, Zara, Levis, Mango, Springfield o Footlocker, entre otros, y 33 restaurantes como Burger King, Foster’s Hollywood, McDonald’s, Ribs y Starbuscks.

En España, URW dispone de otros macrocentros como La Maquinista y Glòries en Barcelona; Parquesur en Leganés; La Vaguada en Madrid, y Bonaire en Valencia. Desde julio, el responsable en el país del gigante francés es Carlos Homet.

El valor de estos activos españoles alcanza los 3.600 millones, según las cuentas del primer semestre de la firma francesa, que generaron unas rentas por alquileres de 83,2 millones hasta junio para este casero.